viernes, 28 de noviembre de 2025

Dédalo es un cantinero detrás de la barra


Y si me dejo ir ¿Qué puede pasar?
¿Que me mande a la chingada? si de ahí vengo.

Esto de amar con miedos,
con las manos llenas de dudas
con los labios inundados de recuerdos
con los besos anclados al mal tiempo
a noches de insomnio
a tragos de tequila pa olvidar lo que no quiero

como que se hizo costumbre callar
caer, contar, cantar
canciones para olvidar
que en medio de tantos
tonto, pendejo, ingenuo
seguía bebiendo sólo, frente a mi mezcal

buscando ojos, retazos atajos y pasos
en el manual de vida que nunca
me dieron y que terminé por cambiar
por un montón de recortes de revistas
con una o dos verdades para improvisar, 

con que me enfrento a la vida,
una sonrisa a medias, 
una noche de insomnio,
un cuerpo echado sobre mi piel
un alma a veces cansada
a veces ave, a veces
papel arrugado en la esquina del lupanar.

en el rincón de la sala
con la tele prendida en las noticias
pa sentirme menos sólo y menos
jodido que el  que fui antes de empezar

y creer que por eso
tomo mi botella de mezcal
y me aprieto fuerte,
un par de canciones
y las grito fuerte,
un par de versos de Girondo
y mando a la chingada la muerte
y miro tu retrato
y me lleno de esperanzas
de humo de cigarro, de cantos cigarra,
de ganas de tener una mejor suerte

de que esto valga más que mi muerte
y que las canciones de Jorge
- Drexler o Negrete -
 y lanzarme al abismo de tu falda
con la cara pegada
a tu sonrisa
y los labios a tu nombre, 
que si quiero memorizar
mejor que el de mil vírgenes,
a las que ni conozco,
ni me importan tanto, como saber
si se fue la gripe o si hoy
si alcanzaste a desayunar,

y me largo como el suicida que soy,
sin pretextos, con un poemario sin publicar, 
con 3 días de sol como promesa,
y tus besos como respuesta,
- la única -
que me interesa,
porque me enrarece la vida y la llena de ganas
de reír hasta que duela, no los días sino la panza,
de vivir mientras la muerte me alcanza
y no tenga que caer hasta su encuentro
por cansancio o por aburrimiento.


y después de 6to trago le pregunto al cantinero, 
¿qué puede pasar? ¿que me mande a la chingada?
si de ahí no salgo, si de ahí vengo, 
Si quiero cambiar los lunes por lunas
y solos por soles
y este viernes en tu barra
por una noche más besando su cara
y creer con la misma fé de un niño con capa
con no tengo el alma rota,
que soy un caleidoscopio colorado,
con el cielo sonriendo, con la cera
dando de beber a mi costado,
y la esperanza - quizá la última -
de no caer y tocar el sol,
de no caer y bailar un tango
de no caer y cantar llorando
de no caer
de no caer
de no caer
                 y seguir volando. 

 

 

 

 

lunes, 11 de septiembre de 2023

Con el paso del tiempo quizá me vas a olvidar poquito a poco

 ... no voy a poder


Tengo ganas de llorar
o de escribirte una canción,
- que son la misma cosa -
en este momento aplica
en este momento pica
al corazón y las costillas,
la médula, ósea,
oséa estamos rompiendo
lo que nunca estuvo unido
y aún así duele como la chingada,
como romperse las manos
en la pared
como querer gritar y no poder
con tantos sueños
que se fueron con más despedidas
que besos
con más disculpas
que almohadas
con más culpas
que orgasmos.

y de repente el mundo
se puso jodido
y gris y sólo / solo
quiero correr a buscarte
y abrazarte tan fuerte
que no quieras irte
y se me seque el llanto
en los lunares de tu pecho
y todo el dolor del mundo
se largue muerto de miedo
por tu sonrisa.

Aunque quiera dejar de quererte ... y no quiero.



lunes, 13 de marzo de 2023

Flores amarillas

Deberías verme ahora,
si, en este momento,
justo, de pronto, de verdad
en que estoy con la cara
llena de una mueca
que nadie más ha visto

en las fotos de la galería,
de la estantería,
de las redes,
de las amarras,
en la cafetería,
por los pasillos,
ni por las calles.

Ven y mira esta mueca,
que jala mis labios,
que le da vueltas,
al día jodido,
al mes jodido,
al año jodido,

a esta vida que empieza,
cuando dices,
Buenos días,
¿Va? ¿si, tomamos otro café?

Te quiero, pero que no se entere nadie,
pera que no jodan, para que no estorben,
para dejar tranquilos a tus padres,
que con toda la razón del mundo,
te dicen que esto no es una buena idea,
pero es un gran pretexto,
para llenarnos de muecas,
y de besos las ganas,

de salir corriendo,
del calendario y del trabajo,
que nos cuesta vernos,

¿Qué nos vale más que vernos?
que llenarnos las manos
de la piel del otro,
que llenar la piel
con el nombre del otro,

y flores,
amarillas,
estrellas,
amarillas,
en el te(e)cho
de menos, iluminado,
cantando, sin contarle a nadie,
que tengo esta mueca en el rostro
y lleva tu nombre,
y te pertenece,
como yo mismo, 

esta noche, en este instante,
en que decir tu nombre hace, que todo,
hasta la muerte o este mundo hediondo,
me parezca, tan bonito, tan disfrutable,
tan absurdamente iluminado.

De repente, todo, se parece a tu carita, sonriendo.

miércoles, 5 de octubre de 2022

Que jodido es despedirse



Que jodido es despedirse

con tu foto en mi cartera,
con Octubre y lloviendo,
con la primavera en huelga.

Que jodido es despedirse
mirando más abajo de
tu espalda, con todos mis sueños
atados al contorno de tu cadera.

Que jodido es despedirse
sabiendo que volveré a verte
con el calendario en llamas llamando
el olvido aunque no quiera.

Con tantas canciones
con tantas contradicciones,
con tantas ganas de quedarme / con tanto
en tus ganas, que se quedan.

Que jodido es despedirse
del color del mar, de tu aroma
en las mañanas, de la tinta
que florece en primavera.

porque es obvio, que aprendí,
a chingadazos, que amarte
y no tenerte, si pueden estar
en la misma frase de mierda.

Que jodido es despedirse y tener
los pies como raíces de un cerezo
al que ni Abril, ni Mayo,
        ni Septiembre llega.

     Que jodido es despedirse,
      con tu mirada escurriendo
        por mis noches, con tu piel
            empapada de quien la recuerda

                                                            a

                                                            go
                                                            tas

                                                            a


                                                            ve
                                                            ces

                                                             ha


                                                             c/si
                                                             en
                                                             do

(un charco ( conlas ( ganasde ( enten (der) que ) me dueles ) tan fuerte ) que me quema).


jueves, 5 de mayo de 2022

Nos precipitamos a las nubes del mar

No es que duela tu ausencia,
ni este espacio permanente
 / mente vacante
en mi brazo.

Ni mi mano que hace
 - lo sé -
 tanta falta en tu cintura.

Ni los pasos por la calle
con mis manos que
no se llenan
con otras manos / piernas / senos
ni los pasos rumbo
tu cama / espejo / sofá / alma 

Nos precipitamos porque
nos urgía vivir
sabiendo que íbamos
a morir en el intento
porque no se puede
salir de esto vivos
pero nos procuramos
salir de la vida
con más besos
- en el cuerpo -
que cicatrices

y el alma atada
a las nubes del mar
y no,
a un montón
de raíces. 




miércoles, 22 de diciembre de 2021

Aún no consigo entrar al panteón


Hay un mar 
a donde van mis sueños
el pasado
                / que no vuelve
el futuro
                / que no viene
el amor
                / que me mata.

Hay un mar
lleno de sol
que sonríe
cuando me
devuelve
la mirada
y regresa
eco de sirenas
de mareas
más afortunadas
más acompasadas
más pequeñas
de tono azulado
                 a mi costado (izquierdo).

Hay momentos
hechos de agua
y sal
si puedes
si quieres
me quieres
como quiero
esta pata de palo
de pirata malhecho
maltrecho
sin techo
para este equipaje
- rojo, pesado -
sin camarote
sin velas
sin más timón
que tu recuerdo
al que me aferro
porque nunca
supe ser más
naufrago que capitán.

Han pasado otras mareas
y sólo traen los restos
estos
y otros
y ninguno de verdad,
porque de todos los mares
de los 7 infiernos
de los 13 cielos
solo me importa la playa
que despierta en la piel
de tu cuerpo

que se quedó/ ¿qué se quedó?
entre mis manos
y mis sueños
tatuados de azul
y mares
y aves
a veces
sin alas
con la mirada
clavada
por horas
al cielo.

Han pasado algunos años
y aún
no consigo

"curarme de ti"
ni salir del manicomio
ni entrar
                al  -jodido-
                                    panteón.






viernes, 18 de junio de 2021

Del amor y otras pandemias

 Podría escribir mil cosas sobre la pandemia, pero la constante fue el cambio, mucho se sumo a mi vida y mucho se fue al parecer para siempre, algunas cosas dolieron y otras más me dieron alegría.

Pero de las cosas más importantes es que comencé a ir a terapia, ya lo tenía pensado y simplemente sucedió, cuando empezaba a ser posible salir de casa, cuando no era eminentemente necesario hacerlo por zoom, tomé la decisión y por recomendación de una amiga conocí a Valeria, y que buena decisión, es la terapeuta adecuada.

Ha sido un proceso de montaña rusa, pero lo siento bueno, provechoso, que sana, que me deja mejor que cuando empecé a ir.

Vale me desarmó de paredes, me confrontó, me hizo llorar, amar, aceptar, enfrentarme con mis demonios, mi ansiedad, las expectativas, con mi autoimagen, Woooow, ha hecho mucho en poco tiempo.

La semana pasada, por un proceso que estoy pasando me pidió definir qué es el amor, a mi mente llegaron cosas obvias, que es fuerza, que es sensación de super poder, que es felicidad, pero una tarde camino al depa llegó a mi mente una palabra que me satisfizo, y que creo que es la manera en que ahora estoy resignificando al amor.



Llevo toda la vida conviviendo con definiciones del amor heredadas, aprendidas, inventadas y algunas hasta experimentadas, porque estoy seguro que he sido amado y he amado, con tanta fuerza que duele, que transforma, que da esa sensación de ser super man, de que imposible es apenas una invitación a confrontar la realidad.

Y me dicen que en nombre del amor se ha hecho lo peor y lo mejor de la humanidad, por amor se construyó el Tah mahal y se destruyó Troya, por amor se cortan flores y se riegan plantas, se escriben canciones, se provocan y se detienen guerras, se forman familias, se es eterno.

Por amor conocen a Dios, o al menos así dicen los curas, que Dios es amor, y todo choca porque ese amoroso Dios mata y manda diluvios pero también se sacrifica y regala vida cada mañana como si fueran flores o gotas de lluvia o pinceladas en el atardecer.

Sé que he experimentado el amor, lo siento en donde se siente todo, en este centro al que le decimos corazón y nos da espasmos y brincos de emoción.
Estoy seguro que he vivido eso que llaman amor, con todas las consecuencias del caso, con toda la irresponsabilidad, con todo el compromiso, con todo el miedo y el valor con que dispuse y con todo con el que tenían para darme.

Porque di el amor que tuve disponible y recibí a veces menos del que creí dar pero todo el que tenían en ese lugar en que se guarda el amor para dar, tanto que se nos quedamos vacíos, sin siquiera aire y sin más salida que la huída, por miedo y por haberse abandonado a dar amor.

El amor es lo que más duele y lo que más alegra, y lo que hace que la vida tenga una razón, sin snetido, pero si con un chingo de ganas de hacer y ser eterno, porque se siente tan bien, como si ese brazo que nos arrebataron volviera a su lugar, como si ese lugar vacante que tenemos en el alma se llenara de madrazo, como si una mano entrelazada, un abrazo, un beso, una noche a su lado nos conectara con todo, hasta con ese Dios que es todo y es de todos y dicen que en todo está, más por complicidad que por vouyerismo.

Entonces me detengo, y lo tengo un poco más claro, el amor es plenitud, porque nos regala plenitud y lo regalamos a plenitud, lo que tengamos en existencia, tanto o tonto, pero siempre todo.

Porque nos complementa pero es mejor cuando estamos completos previo a regalarnos, para no generar una deuda del amor que no tenemos y no sabemos en dónde carajos se rellena el crédito del amor.

El amor es eso, el Dios del que habla mi abuela bailando entre dos que se miran a los ojos y sonríen y se reconocen en el otro, dentro del otro, siendo el mismo, formando un algo nuevo y pleno pero que ya estaba ahí.
Y nos reconocemos en todos los límites del cuerpo que de tan pleno a veces hasta dan ganas de comprobarlo, y compartirlo y retar si es verdad que terminamos en la piel con que nacimos.

El amor es plenitud, porque si no fuera eso, no entendería que estar enamorado nos convierte en parte consiente de eso a lo que nombramos (para medio entenderlo) como vida, felicidad o Dios.