Estuve a punto de no ir, me sentía cansado -aún- con sueño y quería llegar a casa, pero algo me decía que no ir terminaría en un "si hubiera" y no me gusta esa palabra.
Me fui para el centro, un tráfico terrible, entre el concierto gratuito por el aniversario de la ciudad y el tráfico regular la calle era intransitable, exagero, pero el tráfico era muy lento, tanto que me fui caminando las últimas 5 calles, el autobús seguía detenido.
Llegué a la plaza y había una fila de no demasiada gente, como dice Ross, "Guadalajara no es una ciudad demasiado culta" pero aún así había mucha gente que confundía el portugués con el italiano al momento de querer parecer interesante o impresionar al de al lado.
Comenzó el concierto, primero Caetano Veloso, despues Gilberto Gil y terminamos con Carlinhos Brown, que gran concierto, Bossa Nova, Samba, Jazz, música deliciosa
Detalles de antología, como Caetano cantando "Fallaste corazón" bueno, y que decir de Vc é linda, Sonhos, caray que linda noche, es culpa de mis amigas de Brasil que no tenga reparos en usar la palabra "linda".
Además la compañia fue muy buena, no imagino una más acertada, divertida, é linda demais ... como diz a musica ... vc mi faz feliz.
Mal me atrevo a tocar sua mão
sentir sua pele
seu suor, que mi fala da sua presença,
Eu me afogo em seus olhos, lindos,
em seu sorriso, lindo,
em seus lábios, proibidos,
quer te abraçó e dizer
que ja estou melhor
poderia ficar a noite
conversando com sua insonia
falando com voce do meu desejo
de te fazer mais perta,
mais real,
mais minha que do ninguém,
meu desejo de voce,
quero tocar sua mão de novo
e sentir o seu suor
e ñao minha saida
apavorada
entre a música
e minha voz
Apenas me atrevo a tocar tu mano
sentir tu piel ,
tu sudor que me cuenta de tu presencia;
me sumerjo en tus ojos, lindos,
en tu sonrisa, linda,
en tus labios, prohibidos,
quiero abrazarte y decir
que estoy mejor
que podría pasar la noche
hablando con su insomnio
hablándote de mi deseo
de hacerte más cercana,
más real,
más mía que de nadie;
mi deseo de querer
tocar tu mano otra vez
y sentir tu sudor,
y no alejarme
por cobarde,
entre la música
y el reclamo
de mi voz.