domingo, 30 de noviembre de 2014

Pequeña poesía pequeña.


Debería poder cortarme las manos
para no recordar tu cabello
girando entre mis dedos,

lanzar por la borda el sabor de tus labios,
el beso que dura hasta esta noche
y que no quiero que termine,

quemar la forma de tu cintura
para mojar las cenizas
en mi taza de café.

quedarme callado o gritar
para ignorar tu pecho
que aún late en mi piel,

tantos sueños para prender fuego,
para apagar la luz,
para reclamar el olvido,

tanto amor para hacerme pendejo,
para seguir viviendo,
sin ti pero sonriendo

o respirando,
que no es igual, ni rima
pero funciona,

debería cortarme las manos,
clausurar mi boca, 
mi mirada,

debería mantener tu recuerdo
intacto en mi poemas,
para volver a ti cada mañana,

cada noche de estrellas
y de lunas, pero sin sueños
que valgan la pena,

de seguir sin ti,
y contigo tejer todos mis sueños,
viejos, nuevos, pequeños,

repetir tus palabras apenas,
con la esperanza de que lo notes
o me perdones,

lo que suceda primero,
lo que pase mejor
el trago de cicuta al que me aferro,

porque te recuerdo y vuelvo a amarte
y me jode saber que esto
tiene habitación sólo en mi almohada,

que te recuerdo,
que te extraño,
te vuelvo aire y alas,

que te nombro breve,
en canciones, que a nadie canto,
en caminos que ya no me interesan,

porque ya no esperas
por el futuro, 
que me mantenía de pie, cantando,

y me obligo a odiarte,
sin razón, y a olvidarte,
sin esperanza de que suceda.

Nos quedamos con la cerveza en la mano,
con el café helado,
con el sueño, mutilado,

al menos el mío,
el que te llamaba siempre,
siempre, siempre,

aún te amo, ¿qué importa?
aún te espero, ¿qué aporta?
a esta soledad, que no se va.

Yo mojo las canas, 
nuevas todas,
en nuestra historia,

y elijo el café,
para cauterizar la herida,
¿qué besaste en mi boca?

martes, 25 de noviembre de 2014

Ser un tatuaje no es mala opción.




Ser tatuaje, firma en el anuario, recordatorio en el teléfono, notita en un postick, ser tatuaje, dedicatoria de enciclopedia, nombre oculto en un poemario, ser aire, ser nada, volar.


No hubo letras para recordarnos,
nos perdimos en las hojas
del calendario /
del directorio /
de la lista de asistencia /
del manual de usuario.

Nos quedamos sin palabras,
mudos,
y con tanto por gritar
para seguir andando,
reclamando el lugar
que a cada golpe
en nuestra espalda /
en nuestra alma /
en nuestra historia 
nos hemos ganado.

Nos quedamos callando las respuestas

para cosas que aún no preguntamos.


miércoles, 10 de septiembre de 2014

Corazón en sepia

Más allá de lo que confieso,
en las barras de bar/
en las iglesias/
en el callejón de mis cuadernos,
busco tu voz de incienso
para darle paz a mi madrugada,

la noche siempre llega sola,
es tu mano quien me trae el sueño,
tus pequeños pasos de lluvia en invierno,
y esta canción que apenas canto
y desaparecen los rastros del silencio.

Más allá del sabor que no se va,
y me alegro,
de tus labios en el café / el chocolate / mi cuerpo,
susurro a las plantas de mis pies
que me faltas y a la vez te tengo,
que me despiertas con mi mano
en las mañanas,
con la caída del agua,
con el temblor del cielo.

Más allá de lo que vemos,
en el infinito espacio
que hacemos nada en nuestro cuerpo,
de tus pies hasta mis sueños,
mírame pequeña,
te nombro, te deseo,
recostada a mi costado,
alada a mi lado,
durmiendo en mi sueño.

Este corazón en sepia,
que en tus manos danza,
que en tus labios canta,
este corazón oxidado,
que te entregó las llaves,
de todo lo que en mi sea eterno,
este corazón en sepia
que se ilumina a media noche
a media tarde
en las mañanas
cuando susurra
un poco más alto que las nubes,
un tanto más pequeño que el tiempo,
entre palabra y palabra,
                              que te quiero.

viernes, 2 de mayo de 2014

Soledad tiene nombre de mujer

El sonido de la cañería
-vieja-
suena más alto que
la soledad
que va de lado a lado
de la sala,
podría decir patio/cocina/azotea
pero es ahí en donde me recibe
cada noche, café en mano,
leyendo a Benedetti,

enciende la música
que amo por abrirme heridas
con tanta suavidad,
igual que sus labios,
igual que mis manos
en su brasier.
siempre soy yo quien se acerca al corazón,
siempre son "ellas"
las que encuentran mi alma.

Soledad tiene nombre de mujer,
de mujer que bebe whisky
y fuma sin filtro
y le pone crema y azuquitar
a su taza de café,

soledad tiene dos caras,
dos voces,
y si, también
dos manos,
dos ojos,
y dos pares de labios
que besas y susurran,
que callan y lo dicen todo,

Soledad se despierta más tarde,
se duerme apenas unas horas,
me cuenta mi vida
según ella, - ventajosamente-
la recuerda,

* abro una nota "esta vez no dije gandallamente, me siento orgulloso" cierro la nota*

Soledad se viste de recuerdos,
se desviste de deseos,
soledad se va siempre
antes de decir te amo,
soledad regresa siempre
porque se siente
con las manos y los espejos
y tiene frío.

Soledad calla,
la tubería no se ha callado,
los niños se mecen en los columpios del parque
y sólo ella los escucha,
pinta mis paredes,
subraya mis libros,
le pone sal a mi desayuno,
y azúcar a mis ganas de dormir,

se va y se queda la sala
en silencio,
su ausencia me llena,
me abraza,
por favor,
no vuelvas.



jueves, 10 de abril de 2014

La Soledad se arropa -en mis palabras-

La soledad me acompaña,
metáfora muerta
que hace remolino
en las heridas de mi espalda.

La noche está estrellando
su cara en mi ventana,
y yo escribo de la luna
que no tengo ni me llama,
de la mañana
que me abandona,
de una vida cansada.

Se abre el silencio
en mis manos,
hay ecos dormidos
por toda la casa.

La soledad se arropa
en mis brazos,
besa / rasga / rompe
mis labios que te buscan
en cada palabra.

Porque no estás,
porque tu cama te sonríe,
porque en tus sueños
no habito,
ni te toco,
ni te desnudo,
ni te he visto.

Aquí está oscuro,
sin nadie,
las aves duermen
o mueren, hasta mañana,

hay un sol que no me consta
del otro lado del mundo,
hay un final mejor
al otro lado del mar
a donde nadie llega nadando.

La soledad fuma
y no me invita de su cigarro,
se sienta a mi lado
o en la silla de en frente
a mirarme llorando,

con el llanto seco,
con todos los dedos
de mis manos,
con todo el miedo
de quedarme sembrado,
de romper mis alas
porque es tiempo,
porque siempre
- carajo -
nos alcanza el calendario.

El agua está helada,
la ventana es un abismo,
y yo,
tengo la mirada
clavada
en el último
punto suspensivo.

sábado, 29 de marzo de 2014

Entre Piedras


Debería deshojarme las manos,
para quedarme sin palabras,
sin una sola,
sin poder escribir
agua o pan salado,

debería caminar en círculos
pegando la mirada al sol,
tropezando
con todas las piedras, 
las nuevas y las mismas,
o las de otro lado,

deberías escuchar cada reclamo,
de mi madre en las mañanas, 
de mis sábanas
a media noche,
de mi almohada
cansada de dar consejos
que no hago caso,

debería rasgarme la lengua
con cada lengua
que besaron mis labios,
hasta sangrar,
hasta conseguir
la verdad a palmos,

de la huida,
de la ida
de mayor a menor, 
del bemol,
del acorde
que se hace nada
en la tormenta
de whisky en mi vaso,

debería callar mis pies,
ponerle raíces o cadenas
a mis sueños más altos,
a la esperanza
detrás de mi corbata,
a rayas,
de mi pijama
de piel a negro y blanco,

debería encender el televisor
para dejarlo solo hablando,
creyendo en sus mentiras,
debería salir a caminar
con los ojos cerrados
e intentar llorar
cada 42 pasos,

debería tararear la canción
más triste de mi infancia,
hacer un poema
con el peor de los reclamos,
hacer una ronda
de palabras humeantes,
para cantar con todos los niños
menos el que atrás
se haya quedado,

debería golpear con fuerza el suelo,
con mis manos,
con mi rostro,
con la planta
de mis pies cansados,

debería confesar
a propios y extraños,
en las esquinas,
en las cantinas,
en el púlpito
y en estrado del senado:
yo tropiezo con la misma piedra
porque así es más fácil
reconocer a mis errores.
Debería caminar
no con mi entrepierna,
sino con mis manos.



sábado, 22 de marzo de 2014

Es bueno ver sonreir fantasmas.

Me gusta ver sonreír a tu recuerdo,
pensar que la felicidad te llena
los huesos y la mirada.

Me gusta pensar que ya no duele
el charco o el reloj,
el final con tantas dudas,
la historia con exceso
de imaginación.

Hay canciones que se quedan mudas,
hay historias que se vuelven norte,
hay locuras que se quedaron
guardadas en las manos de un olvido,
pero sin temor.

Yo tengo mi café para cada mañana,
un sol levantando mis sábanas,
tengo mis alas intactas,
mi corazón de papalote
siempre en incendio,
siempre en el acto
de renegar de ser sólo un humano.

Tengo letras en la espalda,
con más autoras que musas,
más acordes que notas colgadas
en las manos que no duermen,
sueñan cada vez mas alto.

Confieso que es bueno
ver sonreír,
a veces,
casi siempre,
a algunos viejos fantasmas.

sábado, 15 de marzo de 2014

Advertencia al lado de la puerta.


Cuando te vayas
persiguiendo tu pasado,
olvida mi nombre,
no vuelvas
llorando,
cuando mires que
es un recuerdo
apenas,
lo que sigues
amando.

miércoles, 1 de enero de 2014

Nunca fuimos ciegos

Ando muy cursi, pero es que esto, hoy, e serio, es urgente.
Decir sin miedos, sin ataduras, que esto no se termina, no entiende de paredes, que sólo volteamos a otra esquina, pero que nunca fuimos ciegos.

Desde este momento.


Quisiera saber la mejor manera
de hacerte entender,
que te quiero,
te extraño,
a veces, hasta te necesito,

porque contigo todo es mejor,
el café, el sonido de mi guitarra,
mi sonrisa y la sonrisa de los niños,

porque contigo mi paso
no va vacío,
porque te llevo igual que a un libro,
porque me llevas a dormir tranquilo,

quisiera hacerte saber,
de la mejor manera, 
la más contundente,
que mi corazón baila
ya libre de cadenas,
de paredes de piedra,

que mis manos te recuerdan,
que mis labios te sueñan,
igual con los ojos cerrados
que con el pecho abierto,

que esto que siento
me traspasa el cuerpo,
que esto no lo controlo
y no quiero,
sólo quererte,
quiero que lo sepas,
para siempre
y desde este momento.