Me dijo una amiga que "... entonces eres un mentiroso, y no sientes lo que escribes, ni lo piensas..."
Joder entonces,
¿qué es entonces lo que me aprieta el pecho
cuando quiero gritar y mis manos
se golpean contra el teclado
para sangrar en seco?
¿qué demonios es el ave -sin tempestades-
que se agazapa en mi garganta
y canta que no canta y vuela
dando vueltas sobre sus patas?
¿qué son las ganas de salir corriendo
o matar el hambre, morirse un rato,
prenderle fuego a todo -principalmente a mi-
y solo poder decir que no se dice?
¿qué son entonces la rabia y la impotencia
de no decir lo suficiente,
de mirarle la espalda a los adjetivos
y la entrepierna a los verbos?
¿qué carajos hago entonces
bailando entre vidrios,
gritando para ojos que no responden,
sacandome las palabras a tirones,
secandome el alma de la "a" a la "z",
mirando el sol que sale a la izquierda,
medio desnudo, medio dormido,
bien borracho de ganas?
Si, reniego de la palabra poeta, pero de eso a decir que no siento/pienso/creo en lo que escribo, si hay demasiada distancia.
Soy un patán que se pelea en cartas -que no manda obvio- con Dios, con la muerte, con el -pinche- amor, con sus pies, con sus propias letras, y se reconcilia a cada rato, con su vida.
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