belleza generosa,
transparente,
sincera,
hijas de la chingada,
-todas-
sin miedos y llenas de temor,
-también todas-
con los brazos
y las piernas bien abiertas
con la memoria como el corazón
tan bien cerrado,
-como nadie más-
¿por qué hablar tan mal de ellas?
¿por qué decir puta
sin tener dulces los labios
y la boca llena de esperanza?
No hay comentarios:
Publicar un comentario