domingo, 10 de abril de 2011

Ropa sucia



Tengo demasiada ropa sucia,
la amontono por días
a veces semanas,
la arrincono en mi cuarto
o la aviento bajo la cama,

mi ropa sucia está manchada,
por eso dejo de usarla,
por eso la tiro en un cesto
por un tiempo y
me olvido de ella

por eso olvido mi ropa
y la descubro a veces
hedionda y manchada
de licor/ de besos/ de sangre/ de tinta
con fibrosis de recuerdos,

por eso me gusta tenerla ahí,
arrinconada y a la mano,
en casa de la chingada
que es ese rinconcito
de es mi habitación de noche,

espero el momento de lavarla,
ahogarla en detergente y blanqueador,
-y un chorrito de desengranaste-,
para tomarla en mis manos, humeda y frágil
lista para secarse al sol

comienzo a sospechar
que mi alma es ropa sucia
los domingos

1 comentario:

MZM dijo...

Ilich, no sabes lo refrescante que es leer esto. Evadir algo tan simple es el reflejo de lo pasa el alma. No solo es la ropa sucia, son los recuerdos sucios, invadidos por las manchas que han dejado heridas tan profundas como el cesto que guarda esas prendas.