A estas horas de la tarde
cae la lluvia sobre nuestras palabras,
tu piel se vuelve tinta y mis manos
el sonido de mis alas.
Las ventanas se cierran a la luz,
y tus piernas a mis ojos,
se abren los silencios
en tus labios mi nombre
crece más dulce,
besa el aire,
enciende tu cama,
mis momentos
de calma
no corras
delante hay un abismo
que nunca termina,
A estas horas de la tarde
crecen las palabras
y las ganas
ganan la batalla.
Habría que dejarse caer
estrepitosamente,
en caída libre,
igual que mis labios
sobre los lunares
que hay en tu pecho
y en el tatuaje de mis ojos
en tu espalda,
mi deseo revolotea
de tus tobillos
hasta el territorio
- suave -
de tus nalgas,
de tu sexo,
de tu piel salada.
No tardes,
Abril nos ha olvidado
y Agosto promete demasiado,
no tardes, a estas horas de la tarde
llueve y tu cuerpo se forma
de promesas y duerme, a mi lado.
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