No te veo en las paredes,
ni me invade aquella ausencia
de cualquiera de tus labios
No sabes a mi cerveza,
ni cantas en mi regadera
la canción de nuestro amor barato
No te llevo en la mirada
ni en la bolsa de mi pantalón
a cada rato
No camino en tu pasado,
ni provoco tu cansancio
de seguir -yo que sé- esperando
Ya no vienes por las noches,
mucho menos de mañana
a nomás estar chingando
Ya no eres el amor que sueño,
ni la causa de mi insomnio
ni el odio que comparto
Ya no llevo tus ausencias
en mi espalda, ni el el hueco
de mis pinches manos
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