el café se levanta por encima de mi taza,
hacia las nubes, en aros, en hilos.
tiende sus brazos al sol,
esperanzado en que su vuelo
escape de mi boca,
yo bebo sorbo a sorbo,
indiferente a sus deseos,
hago círculos en el papel,
busco letras tras el pan dulce
que no sabe a nada
- si lo comparo con su boca -
busco una palabra
que parezca inspirada
en su cintura, que no tengo
entre las manos,
en la mirada que veo
siempre que cierro los ojos
y entre sueños,
el café escapa y se levanta,
se lleva la poesía que intento,
inútilmente, antes de dormir
sin ti, pensándote,
como si fueras tu recuerdo.
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