sábado, 18 de febrero de 2017

Quererte se siente bien chingón

Quererte así se siente bien chingón,
aunque no sepas, o quizá
porque la idea es esa,
que no lo sepas,
que lo sospeches siempre
o que se te olvide a cada rato,
con el otro,
con el que estás tan feliz y tan equivocada,
porque pueden querer fuerte,
pero como yo ¿cuándo?
¿quién carajos?
con el alma en cada voz
en cada célula de la piel
en cada error que cometo con otras
en todas las camas en que no estás
pero quisiera,
en cada borrachera,
en cada bolero
que no sale de mis manos
pero que canto
hasta desgarrarme la garganta,
que no hay cielo
sin la luna de tu sonrisa,
que la eternidad me vale madre
si no estás tú,
que prefiero el infierno
si puedo recordar tu nombre,
porque a veces,
tantas veces,
no encuentro más dios que tu cabello,
ni más paraíso que el de tu piel,
a veces la única oración
que junta mis manos,
que separa mis labios
es "no te vayas, aún no amanece"
porque mi día despierta
sólo
cuando/cuándo
me despierto en tu mirada.

A veces tengo la certeza de que no duermo
pero aprendí a sobrevivir
sonriendo, queriéndote -que es lo mismo-
pero con los ojos cerrados.








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