tengo ganas de bailar

una buena cumbia de la Santanera, o un tango de Gardel, fuera de clichés de buenas peliculas, la forma en que Calamaro lo canta, desgarradora, el tango, creo, más que un ritmo fino, es tremendamente cachondo y viceral.

Calamaro interpreta a Gardel

Vamonos, a bailar un tango
de Gardel
cadencioso/caliente/lento,
que el sonido del acordeón
galope por nuestra sangre
y nos lleve -a puro pelo-
a recorrer la noche
entre el olor a cerveza y tabaco.

Vamos a bailar
con el cuerpo de pretexto
y como final urgente,
para acariciarnos
al ritmo cadencioso de mil cuerdas,
para volvernos una cadera
-una sola-

Santo Calamaro
de ritmo negro y sangre hirviendo,
santo tango argentino
de compáses lentos,
uno, dos,
tu cuerpo desterrando la distancia,
uno dos, tres,
tu cuerpo que ya no reconoce
su propia geografía,

uno, dos,
mis labios probando tu carne
rociada de tu sudor -pequeño-
y el perfume que sube desde tu pecho,
uno, dos, tres,
deseo de tambores negros
danzando,
hurgando,
interpretando,
tus caderas
y mis manos
al acecho de bailar
un tango, por todo tu cuerpo.

Tengo tantas ganas de bailar,
me han dicho que el rincón de los rumberos
es una buena opción, 
también el salón Veracruz ...