sobre nuestras cabezas,
sobre nuestras casas,
sobre la comida que no llega,
sobre los medicamentos que no están,
sobre nuestras ganas de salir corriendo.
Tus palabras a lo lejos
que revientan ventanas,
que rompen huesos,
que quiebran la sonrisa,
que destruyen las esperanzas
siempre más cercanas.
Tus mentiras en Alta definición,
en horario estelar,
a todo color, en la pantalla plana,
de una televisión "inteligente"
-en 3d en este lado de la frontera-
patrocinadas por a libertad
del mundo Marlboro.
Tus palabras que resuenan
en nuestros oídos,
en las noticias que nadie dice,
en el silencio del hospital
en llamas / en ruinas ,
que se estremecen
bajo nuestros pies temblando.
Tus palabras vuelan sobre nuestros sueños,
iluminan la noche / nuestro miedo,
le dan forma a nuestra pesadilla
de volar / de ir al cielo,
de sentir en las manos
el corazón de los que amamos.
Tus palabras envueltas en hierro,
disparadas desde la comodidad
de la sala
de guerra
con cabezales hipersensibles,
dirigidas a control remoto.
Tus palabras de fósforo
blanco
entre nuestra familia,
en el futuro que no va a llegar,
igual que la mirada / compasión
de los que no entienden
que rogamos al mismo Dios
pero desde un idioma
lejano.
No es desconocido para muchos, que me da terror, rabia, impotencia, la situación en Palestina, no sé por qué soy tan empático con eso, pero no debería cuestionarmelo, basta que sean personas, sufriendo lo indecible pero sobre todo, la indiferencia del mundo "occidental/cristiano"
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